¿Por qué se empeñan los dioses
en atraparnos en carne?
Desperté de lo eterno por ti
recorrí miles de mundos y formas
visité universos paralelos
y concluyentes en lo perpendicular
puntos tangenciales
en los que no te hallé
Te busqué en agujeros negros
para disputarte con la nada
si fuera preciso
cloaca infinita, reciclador de estrellas
Conocí civilizaciones y sirenas
que intentaron cautivarme
cantos y melodías turbadoras
seducción inútil a mi propósito
Tú
Y por fin logré encontrarte
en este planeta azul, desde el cielo
y gris a ras de suelo
Tu intensa luz me atrajo
pero no pude tocarte
ni tú me podías ver
Estabas presa en un cuerpo
viviendo una vida asignada
ajena a lo transcendente
a lo sublime de la existencia
No podía intervenir
las almas no transgredimos normas
aunque el amor lo justifique
Me quedé a tu lado, sin que me vieras
Fui la presencia que movió tu pelo
un día sin brisa
La caricia que erizó tu piel
cuando estabas sola
A veces me mirabas
y tu mirada me atravesaba
me buscabas sin saber qué buscabas
ni lo cerca que estaba
Me alejé y te dejé vivir
y esperé paciente
porque las almas se encuentran
siempre se encuentran
a pesar de que a veces lo hagan
en el momento inadecuado…
Francisco J. Berenguer
Precioso la manera en que lo cuentas. Enhorabuena Francisco.
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Gracias, Mercedes, me halagas.
Un abrazo, pasa buen domingo.
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Gracias igualmente y a seguir con la inspiración.
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Precioso.. Enhorabuena! 🙂
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Gracias. Un beso
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¡Me encantó, saludos!
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Muchas gracias, es un placer.
Un abrazo
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